Publicado originalmente el 3 de enero de 2016.

Este año 2016 cumpliré 40 años. No es fácil llegar a esta edad sin que se tengan puntos de vista y formas de ver la vida muy particulares. A final de cuentas, somos el resultado de nuestras experiencias y de nuestras decisiones, hayan sido éstas buenas o malas. Dulces o amargas. Inspiradoras o decepcionantes. Y fue exactamente hace ya un año, que llegué a una encrucijada en la que tuve que escoger entre dos caminos. El primero, era la comodidad de un trabajo fijo y bien remunerado. El segundo, representaba estrés y la incertidumbre que suponen emprender un negocio propio. Así que me tomé el segundo camino. Y con más de 15 años de experiencia en puestos administrativos, gerenciales y directivos en mi humilde historial laboral y profesional, creo que me tardé un poco en tomar esta decisión. O un mucho.

Lo que si es cierto, es que a un año de haber constituido mi empresa, me siento satisfecho. No más burocracia. No más procesos que no aportan valor a las organizaciones. No más falta de liderazgo en las personas que siempre tuve arriba de mi puesto (con sus honrosas excepciones, y de los cuales estoy realizando un breve análisis sobre sus cualidades, que más adelante platicaré por aquí). Lo que se queda constante, es la pasión por servir. La pasión por hacer las cosas bien. La fortaleza de levantarse de cada fracaso y la creatividad y el enfoque que vienen por consecuencia. Y la intención de crear valor para las personas, para las empresas y para la sociedad. Todo mi blog anterior fue borrado (a excepción de “La Cantina de Jerry Lee Lewis” cuyo enlace se encuentra escondido por este portal). Ya quedaron atrás los tiempos en que entretejía palabras sin encontrar una voz. Hoy, los cambio por este humilde portal en el que plasmaré algunas ideas. Unas muy arriesgadas y otras tal vez conservadoras. Son sólo opiniones y juicios basados en experiencias primero, como encargado de un negocio familiar. Luego, como administrador, coordinador y gerente de una gran cadena de tiendas de autoservicio. Más adelante como asesor comercial para una importante cadena de tiendas de conveniencia. Inclusive como director académico fundador de una universidad pública (donde también me desempeñé como docente en varias asignaturas enfocadas al management y al desarrollo humano). Y ahora, como emprendedor, en donde tengo la enorme fortuna de jugar el papel de asesor, consultor y coach. Así que no me juzgue si algo de lo que aquí publicado no coincide con su forma de ver la vida, o de administrar una empresa, o de manejar el recurso humano, la mercadotecnia o las finanzas. Le aseguro que así como han existido fracasos en esta aventura, hubo también grandes logros.

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