El Instituto Global de Emprendimiento y Desarrollo (GEDI por sus siglas en inglés), publica desde 2011 un índice que integra los factores que conllevan al crecimiento económico y a la creación de empleos, ambos considerados como factores básicos para la competitividad y productividad de cualquier país. En 2017, México ocupó el lugar #71 de 137 países estudiados. Um, a ver, otra vez. Con mayúsculas y negritas:: MÉXICO OCUPÓ EL LUGAR #71 DE 137 PAÍSES ESTUDIADOS. Un nada honorario lugar para un país que , según el Fondo Monetario Internacional, es la décimo quinta potencia económica (hasta el año 2016 – por cierto que caímos un par de espacios en relación a periodos anteriores). ¿Qué aspectos son los que mide el GEDI? Tres básicamente: Aspiración, actitud y habilidad. Y no son cosas nuevas, ni temas que no estén al alcance de la maquinaria gubernamental o de las universidades y escuelas de negocios públicas o privadas. Son cosas muy puntuales, a las que todos decimos que nos enfocamos, pero en realidad hacemos muy poco o de forma muy deficiente (disculpe usted mi enojo si países como Azerbaijan están en el lugar #53, Baréin en el lugar #34 o Lituania en el #28). No quiero denostar el talento de tantas personas de esos hermosos países, pero es importante admitir que ni sumados, tienen los mismos recursos naturales o las mismas oportunidades para emprender. El estudio del GEDI resalta que de implementar acciones que ayuden al emprendimiento de nuevas empresas, en México la economía crecería en 318 billones de dólares. Pero, ¿cuáles son los puntos que considera este estudio? ¿En donde nos podríamos enfocar?

ELEMENTOS ASPIRACIONALES: 1) Innovación en productos o servicios.Es decir, innovación en nuevos productos y servicios (innovación disruptiva) e innovación en productos y servicios existentes (innovación incremental). 2) Innovación en los procesos. A la que llegamos a través del uso de nuevas tecnologías y la aplicación de ciencia. 3) Crecimiento acelerado. Que es evidente por la actividad de las llamadas empresas “gacelas”(aquellas que crecen a ritmos exponenciales en periodos cortos de tiempo) y por las estrategia de crecimiento y financiamiento de las empresas existentes. 4) Internacionalización. La que incrementamos no sólo a través de las exportaciones, sino de minimizar la complejidad económica para exportar. 5) Riesgo de capital. Que se mide principalmente por la Inversión informal y por el comportamiento del mercado de capital.

ELEMENTOS ACTITUDINALES: 1) Percepción de oportunidad. Es decir, que las personas no solamente sepan reconocer las oportunidades de negocio, sino también que cuenten con alta motivación por la libertad financiera. 2) Habilidades de start up. En este punto se integran actitudes del emprendedor y su educación en temas de negocios. 3) Aceptación del riesgo. Es decir, qué tanto las personas son tolerantes al fracaso y también cómo manejan el éxito. 4) Networking. Esta red de trabajo considera la interacción que los emprendedores tienen con empresarios establecidos, así como el crecimiento en la infraestructura emprendedora, incluyendo la gubernamental. 5) Soporte cultural. Que mide los niveles de corrupción, pero también la exposición de los emprendedores a la cultura, arte y ciencia.

HABILIDADES: 1) Oportunidades de start up. Es decir, las oportunidades del mercado en el país y el modelo mediante el cual se pagan impuestos. 2) Absorción de tecnología. Se miden no sólo los niveles de tecnología, sino la capacidad de integración de tecnologías existentes. 3) Capital humano. Considera el nivel educativo y las condiciones del mercado laboral. 4) Competencia. En donde se estudian los competidores de las industrias, pero también los índices de competitividad de las empresas. Estos 14 indicadores en los discursos políticos se aprecian muy bien. Pero todo depende “del cristal con que se mire”. Y ante la GEDI, México tiene su muy ganado lugar #71. Es importante mencionar también los aspectos en los que el país destaca: Networking (que es su gran fortaleza), percepción de oportunidad y aceptación de riesgo (todas ellas actitudinales. Es decir, culturalmente existen muy buenas intenciones de emprender, pero falta mucha aspiración y habilidad). Y por otro lado, sus grandes debilidades que son el soporte cultural (otro aspecto actitudinal que ya sabemos que nos estorba como sociedad), el capital humano y el riesgo de capital (pero no son las únicas, ya que los aspectos restantes también representan grandes áreas de oportunidad para el país).

Concluyendo, a México “le falta” en temas de emprendimiento. Y mucho. Tal vez no estemos haciendo lo suficiente. Tal vez los emprendedores están cansados de luchar contra molinos de viento (si hablamos de la tramitología gubernamental), o quizá se desaniman por un pago constante de Impuesto Sobre la Renta que pareciera sólo sirve para mantener a una pesada y desgastada nómina burócrata. Lo que si rescato, es que otros países son exitosos en emprendimiento, bien enfocados en las cosas que importan. Y en México, hace falta más cultura, arte y ciencia, que nos llevará a un mejor conocimiento que a la larga se detonará en innovación. En nuevos productos y servicios. En procesos. En patentes. En secretos industriales. En marcas registradas. Y en una mejor calidad de vida para los mexicanos.

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. HUSSEIN MALOOF (2017).